Acudir a un spa tiene múltiples beneficios para la salud debido a que dan la sensación de bienestar y relax y además contribuyen a la belleza física y a sentirse mejor exteriormente.
En las épocas de mayor tensión o de mayor nerviosismo de nuestras vidas todos soñamos con disponer de unos minutos libres para dedicarlos a relajarnos en un spa y a olvidarnos momentáneamente de todas nuestras preocupaciones.
El actual ritmo de vida hace que cada vez tengan más éxito los hoteles con spay los establecimientos dedicados a ofrecer circuitos relajantes a los visitantes.
Los beneficios del spa son sobre todo de carácter psicológico: la temperatura del agua contribuye a que los poros se abran, ayudando así a la eliminación de toxinas, en gran parte responsables el estrés y la sensación de nervios.
Una sesión de spa hará que momentáneamente nos centremos en la sensación deabsoluto bienestar que produce, haciendo que el estés, los nervios y los problemas cotidianos desaparezcan durante un tiempo, lo que ayuda a combatir el insomnio y a mejorar la calidad del sueño.
Pero los beneficios de los spas no son sólo psicológicos, sino también físicos. La acción de los spas contribuye a retrasar el deterioro de los huesos, y a disminuir los dolores relacionados con enfermedades como la artritis o el reuma.
Los músculos también son los grandes beneficiados en una experiencia de spa, ya que la temperatura del agua ayuda a relajarlos, evitando la tensión muscular y las molestas contracturas.
Para las personas que acuden a un spa con el objetivo de paliar estos problemas lo más recomendable es que se sometan a la sesión al comienzo del día, para afrontar con energía el resto de la jornada.
Problemas como la diabetes o algunos trastornos cardiovasculares también encuentran alivio en un spa. Y por supuesto, un spa es un gran aliado para nuestra belleza, ya que ayuda a perder peso, a mejorar la tersura de la piel e incluso a eliminar las huellas de cansancio, como las ojeras.