El tratamiento con PRP busca detener el proceso de envejecimiento y promover la regeneración celular. Como se realiza con la sangre de la propia paciente, requiere de un equipo de profesionales médicos.
La bioestimulación con plasma rico en plaquetas (PRP) es un procedimiento autólogo, es decir, que se realiza con sangre extraída en forma indolora del mismo paciente. Su objetivo es retroceder las señales comunes del envejecimiento de la piel en el área facial, cuello y manos. También busca mejorar algunas patologías como manchas, acné (y sus secuelas), estrías y cicatrices.
Hay varios mitos que rodean a este procedimiento:
“El PRP rejuvenece la piel”
Verdadero. La bioestimulación con plasma rico en plaquetas permite retrasar el proceso de envejecimiento de la piel. Activa la regeneración celular, lo que permite obtener una mejor calidad de piel, más luminosa y lozana, con mejor textura, menos flaccidez y menos arrugas.
“Es un tratamiento muy bien tolerado”
Verdadero. Al ser un tratamiento autólogo (se obtiene sangre del propio paciente) no conlleva riesgos de alergias ni reacciones de incompatibilidad, lo que hace que sea un procedimiento seguro para el paciente. Este procedimiento, si bien es sencillo, se realiza en un consultorio de forma ambulatoria, con un equipo de profesionales médicos (que incluye médico hematólogo), y bajo condiciones de control de calidad extrema, según las normas de procedimiento para la manipulación de material biológico.
“Es un tratamiento beneficioso”
Verdadero. Es recomendable cuando se empieza a observar que la piel pierde colágeno y su capacidad de regenación celular. Se puede aplicar a modo de tratamiento preventivo, en el caso de las pieles más jóvenes, o como restitutivo, en aquellas pieles más envejecidas. Será el médico quien, en última instancia, decida cuándo es el momento indicado para su aplicación.
“No hace falta que me realice ningún control ó estudio médico previo”
Falso. Es muy importante destacar que a todos los pacientes se les debe realizar, antes de la aplicación, una historia clínica completa y un análisis de sangre, para descartar cualquier enfermedad pre-existente. Hay contraindicaciones específicas para pacientes con trastornos de la sangre e inmunológicos, entre otras patologías.
“Puedo realizarlo las veces que desee”
Falso. El protocolo de aplicación y la frecuencia depende de cada paciente y del grado de envejecimiento cutáneo que presente. En rasgos generales, se aconseja aplicarlo 2 o 3 veces al año, para potenciar la regeneración tisular. Luego, puede repetir la misma rutina al año, con el fin de mantener activa la regeneración del tejido.
“Después del tratamiento, puedo reincorporarme a mis actividades laborales y sociales sin problema”
Verdadero. Tras la aplicación, las personas pueden retomar de forma inmediata su vida profesional y social. No se generan marcas ni cicatrices, ni se debe guardar reposo.
“También sirve para combatir la celulitis y las estrías”
Verdadero. Sirve para tratar toda patología que requiera de regeneración tisular. Se aplica mediante microinyecciones en las zonas afectadas. Al reparar las fibras y el tejido dañados, mejora el aspecto de la piel y regenera nuevas células, de mejor calidad.
“Puede hacerse en cualquier época del año”
Verdadero. Puede realizarse tanto en época invernal, como en primavera o en verano, teniendo en cuenta la exposición solar directa.
“Cualquier tipo de piel puede tratarse con PRP”
Falso. Las pieles con acné en actividad o en tratamiento médico por alguna patología en particular no pueden ser sometidas a las infiltraciones con PRP.
“Luego de realizar este tratamiento, no se necesita protector solar”
Falso. Luego de cualquier tratamiento médico y/o estético para mejorar la calidad de la piel es indispensable el uso de protector solar. Es importante concientizar acerca del daño que causa el sol, y de la necesidad de utilizar cremas o emulsiones con filtro solar (variará qué producto se usará en función de la época del año).